El Halcón

     

     Cuando me mudé a mi pequeña propiedad fuera de la ciudad, descubrí una de las desventajas de vivir en el campo. Insectos! El primer verano mientras estaba remodelando nuestro hogar me encontré con saltamontes por miles. Estaban por todas partes y  saltaban sobre usted cuando usted caminaba por el patio y los campos.  Decidí que la forma en que iba a librar mi propiedad de esas plagas era consiguiendo pollos. No solo los pollos se comen los saltamontes sino que también me darían deliciosos y nutritivos huevos. La próxima primavera construí un gallinero y compré mis pollitos. Al poco tiempo mi plan estaba funcionando espléndidamente.  Los pollos fueron acabando con los insectos y estaban poniendo huevos para mi familia para comer. Había un elemento peligroso para que este plan funcionara, los pollos tenían que estar libres para correr para llegar a los insectos. Esto era peligroso por 2 razones. 1) Los pollos son indefensos. 2) Los pollos son deliciosos. Un pollo no posee una gran fuerza, ingenio, astucia, sigilo, o  dientes afilados. Ellos son una comida feliz caminando y ellos lo saben. Es por ello que una mayor característica de los pollos es el miedo. Ellos son indefensos y no hay nada que puedan hacer al respecto.

            A pesar de que hay muchas criaturas que quieren comer mis pollos, aun así, los dejé vagar alrededor de mi propiedad. Traté de mantenerlos en una jaula por un tiempo porque estaban comiéndose las verduras en el jardín, pero esto no me gustó, porque los insectos volvieron y porque el área de los pollos llego a ser apestosa. Ellos hacen una gran cantidad de residuos y rápido se pone peor.  Así que la solución más fácil era decirles que tuvieran cuidado para luego dejarlos salir al ancho mundo. Hay muchos beneficios en la libertad, pero también hay peligro. Al principio, cuando se dejaron salir los pollos se quedaron muy cerca de casa y no se fueron lejos. Pero a medida que pasaba el tiempo se volvieron más confiados en su seguridad y comenzaron a alejarse cada vez más lejos de su casa hasta que de repente sucedió lo impensable.  Lo que mis pobres pollos no sabían era que mientras vagaban  estaban siendo observados. Un enemigo muy por encima de ellos  observaba todos sus movimientos esperando una oportunidad para atacar. El momento llegó cuando un pobre pollo vagó un poco demasiado lejos de los demás y de la seguridad del hogar. En ese instante, el halcón de cola roja descendió sobre el pollo y terminó con su vida en un abrir y cerrar de ojos. En unas pocas horas ya no quedaba nada de él, sino sus plumas y nuestros sueños de lo que podría haber sido... si, sólo eso.

Nuestras decisiones diarias afectan el resto de nuestras vidas. La Biblia dice claramente que el diablo merodea alrededor buscando a quien devorar. Él está buscando oportunidades en nuestras vidas para traer la destrucción. Sólo se necesita un momento para alterar el resto de nuestras vidas. El problema es que nos centramos en ese momento de calamidad y no en las pequeñas decisiones que condujeron al desastre.  El joven que conduce más y más imprudentemente piensa que todo va bien hasta que de repente el vehículo está fuera de control y  muere, lo que pensaban que nunca podría llegar, de repente es inevitable. Es como aquellos que se comprometen cada vez más y mas sexualmente hasta que de pronto descubren el diagnóstico de una enfermedad incurable y la devastación de un futuro destrozado.

            Podemos olvidar lo indefensos que somos en realidad hasta que es demasiado tarde y estamos en las garras de nuestro enemigo. Nuestra única seguridad real se basa en la cercanía al Buen Pastor. El ladrón viene para robar, matar y destruir, pero Jesús vino a traer vida y vida en abundancia. Fué para libertad que Cristo nos hizo libres, sólo no uséis la libertad como ocasión para la carne.