Uno de los privilegios más grandes que tenemos
como discípulos de Jesús es capacitar a las personas para entrar en un lugar
donde puedan recibir un mayor encuentro con la presencia y la gloria de Dios.
Adoración en su mera definición se supone que resulte en un encuentro.
La adoración es una respuesta a Él, pero también
se trata de la respuesta de Él hacia nosotros. Para lo que verdaderamente sirve
la adoración no es para ser limitada por un servicio de iglesia, una canción de
adoración, o un método de ministerio. Es lo que pasa cuando tú lo encuentras a
El. La adoración es lo que sucede cuando Su presencia se hace más real que
cualquier otra cosa en la vida. La adoración viene y la adoración permanece así
como Su presencia viene y Su presencia se mantiene. Encontrar Su presencia, mantener
Su presencia y permitir que Su presencia despliegue todas las riquezas de Su
Reino es de lo que trata la adoración. Se trata de Él y del gozo de revelar a Su
hijo las cosas secretas.
Hay tesoros que se encuentran sólo en Su
presencia ... cosas que no pueden darse cuenta, entenderse o expresarse con
palabras, hasta que se experimentan en Su presencia. Son momentos de presencia.
Son momentos en los que tu ser está tan imbuido con Su presencia, que el mundo
celestial en que Dios vive se abre y capta tu atención. Es donde el aire es Su
presencia. Es donde empezamos a ser uno con El.
La búsqueda de Su presencia es la pasión de mi
vida. Es la mejor y más potente cosa en este mundo. Un encuentro con la gloria
de Dios cambiará tu vida para siempre. Te transformará en la persona que
siempre has esperado ser.
"Espíritu Santo, Tú eres bienvenido aquí,
ven a inundar este lugar y a llenar el ambiente. Tu gloria, Dios, es lo que
nuestros corazones anhelan. Ser vencido por Tu presencia, Señor " ~ Brian
Torwalt ( Espíritu Santo)
Proverbios 25:2 Es gloria de Dios
encubrir una cosa, pero la gloria de los reyes es investigar un asunto.
Juan 15:4 Permaneced en mí, y yo en
vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en
la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
No comments:
Post a Comment