Deja que Su Gloria llene la casa, Parte 2

Espero que después de leer la Parte 1 USTED esté empezando a desear Su gloria en una mayor manera! Sin embargo, quiero cambiar el enfoque un minuto y mostrarle una perspectiva diferente. Vamos a ir a otra historia muy conocida de la Biblia:

Marcos 14:3: "Y mientras él estaba en Betania, en casa de Simón el leproso, sentado en la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro muy caro y quebrando el vaso, lo derramó sobre la cabeza de Jesus. "

Por supuesto, todos estamos familiarizados con la historia de María, que ungió los pies de Jesús. Sin embargo, Juan hace notar algo que Marcos y Mateo no mencionan:

Juan 12:3 ", por lo tanto María tomó una libra de perfume de nardo puro, muy precioso, y ungió los pies de Jesús, y le secó los pies con sus cabellos y la casa se llenó del olor del perfume."

¿Lo vió? Dice, "La CASA se LLENO." Hace unas semanas, leí este pasaje y fuí desafiado en una nueva manera. Siempre estoy orando para que Dios llene Su casa con SU gloria, pero aquí me di cuenta de que Yo puedo llenar SU casa, también!
Es bueno pedirle a Dios que revele Su gloria. Esta generación necesita ver a un Dios vivo. Pero cuando estamos orando para que Su gloria venga, ¿cuál es nuestra verdadera motivación?

¿Para ver un milagro?
¿Para ser entretenido?
¿Para ser inspirado para adorar?
Para aquellos que participan en la alabanza y la adoración o en el liderazgo de la iglesia, ¿pedimos Su gloria, porque queremos tener éxito?
¿Para demostrar a todas las otras iglesias que somos los mejores?
¿Para tener los más excitantes cultos?
¿Para obtener más números en nuestra iglesia?

En la raíz de todos estos motivos esta el Yo. El Yo humano. La Carne.
La carne es lo que se colocó sobre el altar en el templo de Salomón. La carne es lo que el fuego consumió en un relámpago. Y muchas veces, es nuestra CARNE la que está pidiendo que la gloria de Dios llene la casa.

Dios en Su misericordia esta reteniendo Su gloria, para que no seamos destruidos! Nuestra carne será consumida en un instante en la brillantez de Su gloria.
Es la naturaleza de la carne humana disfrutar la gloria. Recibir la gloria. Para ser aplaudidos y para impresionar a los demás.

Entre "mas alto" vamos en el liderazgo en la iglesia, mayor es la tentación a llevar a cabo.

Nos convertimos como magos en un espectáculo de magia. Queremos sorprender a la gente con las luces, la acción y emoción, y hacer que vuelvan semana tras semana. Cuando la gente se acostumbra a las frias luces, al gran sonido, y a la más reciente adquisición de un instrumento, necesitamos algo nuevo que tire eso a la basura. Así que oramos para que Su gloria venga.

Permítanme animarles a cambiar su enfoque de lo que pueden OBTENER DE Dios por lo que pueden DAR A Dios